[Guest Post] La importancia de alinear contenido, diseño y programación
A la hora de renovar nuestra web o de estrenarnos en el mundo digital son muchas las dudas que surgen a las pequeñas empresas, puesto que la mayoría no cuentan con un departamento de comunicación y marketing que les pueda asesorar y guiar en esta aventura. Por qué sí, sin duda, es una aventura que lamentablemente no siempre tiene final feliz y en la mayoría de los casos cuándo lo tiene el proceso se ha eternizado tanto que la pyme estrena su nueva cara en la red con un regusto amargo. ¡Vamos a evitarlo y a disfrutar del proceso!
En un intento por paliar esta situación vamos a plantear las principales cuestiones que hacen dudar a las empresas a la hora de crear una nueva web. La mayoría de agencias de comunicación nos cuentan que se encuentran con dos tipos de empresas, las que quieren una web que parta de una plantilla pre-establecida (tipo WordPress) o las que deciden marcar la diferencia y pedir una a medida. En este primer punto el trabajo de la agencia consiste en definir muy bien las necesidades de cada marca y ver qué es lo mejor para ella, pero lo que no puede fallar es que el diseño y la programación vayan de la mano desde el primer momento apoyando al gran protagonista: el contenido.
El contenido es el rey, no hay duda de ello. Es quién marcará la estructura final y por ello es imprescindible que antes de hacer ningún esbozo sobre cómo será la web se tenga un pequeño guión redactado con los textos que la complementaran. Si no lo hacemos así lo que ocurrirá es que llegado el momento nos encontremos con contenidos que no tienen cabida y espacios marcados que se quedan en blanco. Una situación que obligará al desarrollador y al diseñador a hacer cambios continuos que desgastarán al equipo y retrasarán la entrega, sin contar en cómo pueden afectar estas modificaciones al precio final.
Además, no se puede crear una web sin tener en cuenta el SEO y las necesidades de la empresa, como tampoco se puede empezar a diseñar una imagen sin saber si luego se podrá hacer realidad, tanto a nivel técnico como a nivel presupuestario. Cada web debe llegar a la mano del creativo y del programador habiendo pasado por un proceso de definición de objetivos y necesidades. Una buena planificación evita errores y no hay porqué pensar que un cierto orden va a chocar de frente con la creatividad, ¡para nada! La clave pasa por formar equipo y respetar el trabajo ajeno, sin buscar brillar más que el otro.
Es cierto, que muchas empresas cuándo piden presupuestos para una nueva web se preocupan mucho más del cómo quedará, es decir de la estética del proyecto, que no tanto de su funcionalidad. Esto es así porque se aferran a la idea de que “una imagen vale más que mil palabras” y a todos esos estudios de marketing que defienden que un usuario basa su decisión de seguir visitando una web a los pocos segundos de entrar en ella.
No vamos a llevar la contraria a esta afirmación, pero habría que completarla con la siguiente reflexión: si una web es muy bonita pero luego está vacía de contenido o no es fácil de usar el usuario acabará abandonando el site igual y además con una mala imagen de la marca. Así que preocupémonos por salir guapos, pero evitemos que eso perjudique la funcionalidad de la web.
¿Y cómo evitarlo? Fácil, con una buena planificación. No olvidemos nunca que una página web es una herramienta de trabajo, es la carta de presentación de la empresa y la puerta de entra de muchos clientes.
En conclusión, crear una nueva web requiere de un trabajo en equipo que se sustente en una planificación que siga este orden: contenido, programación y diseño. Lo que obligará a desarrolladores, diseñadores y copys a trabajar codo a codo en busca de la web ideal.
Autora invitada
Raquel Coba, directora de Agenciasdecomunicacion.org