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Los inicios
Primero, en papel
La historia comenzó en 1995, con un par de amigos y un proyecto de investigación aburrido, coronado con el título The Anatomy of a Large-Scale Hypertextual Web Search Engine. La disertación, de Larry Page y Serguéi Brin, ahondaba en las características de la web desde los criterios matemáticos. El objetivo del trabajo era, mediante estos razonamientos, “desarrollar las tecnologías necesarias para la creación de una única librería digital para todo el mundo”, que era la misión del SDLP, un programa de la Universidad de Stanford que los proveyó de la mayor parte de los fondos necesarios.
La selva de la red
Antes de poner en marcha lo que sería Google, lanzaron un web crawler, una araña web, cuya misión era revisar, de arriba abajo y por su propia cuenta, todas las páginas de internet, para poder organizarlas en una especie de lista. Esta criatura informática obedecía las reglas matemáticas, que habían sido fruto de la investigación del programa, y tomaba nota de cada página visitada para el futuro motor de búsqueda. Para probar su eficacia, activaron el web crawler primero en su propia web. ¿Su principal preocupación? Formular un algoritmo que, de manera eficaz, ordenara las páginas en función de la relevancia, con el fin de facilitar la exploración.
Despertar a la bestia
En 1997 registraron el dominio google.com, que tuvo un gran éxito, y devoró a buscadores como Yahoo o MSN, que eran los favoritos de los inversores. Arrasó la web y sedujo a una legión de adeptos, atraídos por un diseño sencillo, ágil, y muy efectivo. Y es que, solo un año después, Google había clasificado cerca de 60 millones de páginas. Así, el elevado número de búsquedas permitió a Google comenzar a colocar publicidad. Este modelo de negocio, basado en la venta de las palabras clave más buscadas, les permitió hacer dinero sin castigar a los usuarios con mensajes molestos o suscripciones. Así, Google se llenó los bolsillos sin dejar de crecer.
Facebook nos va a matar
Esa era la obsesión de Vic Gundotra, quien fue responsable principal del lanzamiento de Google+, la cuarta incursión de la empresa en el terreno de las redes sociales. Para muchos, su fracaso número cuatro en este sentido. Desde el lanzamiento de Orkut en 2004, pasando por el Google Friend Connect en 2008 y Google Buzz en 2010, la creación de una red social eficaz ha estado siempre presente en la agenda de la compañía. Todos los intentos han acabado en un desastre estrepitoso. Algunos se lo toman con naturalidad. De hecho, para Kent Walker, consejero general de Google, se trata de “una lista dolorosamente larga de productos sin éxito”. En la Parte II profundizaremos más en esta cuestión, así como en otras en referencia a la evolución de Google de los últimos años.